miércoles, febrero 15, 2006

Resumen del Encuentro de Poesía y Jazz en Limache


"La calle de Limache" de Juan Francisco Gonzalez

La música es quizás la forma más evidente de lo invisible; el músico flota en el vacío mientras interpreta una partitura que lo suspende en el tiempo; el músico se transforma en un escultor del aire. La poesía por otro lado nos permite indagar, atravesar lo invisible y penetrar en su misterio; la poesía, esa experiencia de la inmensidad de la palabra y a la vez de su finitud e incapacidad para nombrar el mundo, nos conduce a asir el silencio y encontrar su música. Poesía y música, dos que un día fueron uno.
El intento de reconciliar estas dos artes es también un intento por reconciliar a ambas con el mundo y su cotidianidad. En esta época en que la palabra se hiere más y más con la publicidad, el periodismo efectista y las voces vacías de los popularismos, y en que la música se envasa y se vende como producto, bien está –al menos en eso creemos- en dar vida a un espacio de total gratuidad, donde estas se entreguen sin un mediador y en donde oficio y calle se reencuentren para volver a descubrirnos y redescubrir nuestra realidad.
Café Moneglia (ubicado Av. Urmeneta 84A) hizo de anfitrión en esta ocasión, un lugar agradable y abierto para todos los que quisieran oír y entender, o al menos dejarse llevar. Nuestro agradecimiento es total para ellos por tomar el riego por abrir su espacio a tal concentración de tiempos. En estos tres días –que para muchos se hicieron pocos- fusionamos a ciudadano con ciudadano en la encantadora comunidad de Limache, que por quinta vez es centro de nuestro sueño.
La quinta es la vencida. La verdad es que no esperábamos tal aceptación y cogida por el público. Veces anteriores todo había resultado demasiado descontrolado y minoritario. Esta vez fue completamente lo contrario y nos da aún más aliento para seguir realizando esta gran idea que venimos proyectando desde el año 2001.
El primer viernes (20 de enero) Francisco Valdevenito y yo nos preparábamos para abrir la sesión junto con el dúo Muzzo/Arratia (Guitarra clásica y Saxo). El lugar estaba lleno y la gente gustosa agradeció alta calidad de los músicos y las palabras de los poetas. Valdevenito venía cargado con algunos poemas de viaje y de amor en que la sencillez y la belleza se alborotaban de imagen en imagen; mientras que por mi lado decidí presentar un proyecto de libro llamado “Eleusis” que trata sobre la ciudad de Limache, la nostalgia y el antiguo mundo que hoy se fragmenta en las pequeñas ciudades.
El segundo viernes (27 de enero) quizás fue nuestro mayor logro como organizadores. Tres poetas porteños se dieron cita en un café repleto que incluía vereda y calle; un dúo de guitarra eléctrica y saxo liderado nuevamente por rodrigo Arratia volvió a sorprender al público con sabias versiones del jazz clásico. Los tres poetas publicados por la editorial Altazor y que comparten diferentes estilos se reunieron en esta agradable sesión; Alberto Cecereu, el más joven de los tres, presentó poemas de su libro “Noticias sobre la Inmanencia” (2005) que ha recibido excelentes críticas y que resulta ser una inivtación a sumergirse en nuestra finitud y soledad radical; Jorge Polanco leyó el hermoso poema “A Pizarnick” de su libro “Las palabras callan” (2005) en la que dialoga con la poeta argentina, con el silencio y con el espacio en que se abren las palabras, así también presentó parte de un trabajó inédito de gran calidad que a más de algunos nos dejó con el hálito suspendido; para cerrar, campante se acercó al micrófono Bruno Cuneo cuyo libro “Verano” (2005) ha sido considerado el “poemario más cruel del año” (Diario La Nación) y en el cual descendemos a una temporada marcada por la frustración y el término de una relación amorosa.
El último día (3 de febrero) fue el de menos público, pero el más íntimo en ambiente. Renán Ponce poeta mítico oriundo de Quebrada Alvarado y con ya 5 libros a su haber hizo una corta lectura de poemas bellísimos en que el hombre y la palabra se abrazaban como dos infinitos para representar la realidad. Axa Lillo, su señora y compañera, que con poemas de su libro “Ojos buenos” (1994) y en especial con “Tarde de domingo” nos reencontró con una infancia perdida. Del otro extremo y justo a la hora, el micrófono pasó a ser parte de Claudio Roa proveniente de Santiago, quien como sentencia primera explicó que no se sentía un “poeta” (palabra más que gastada); nos quedamos suspendidos al silencio y a su música, nos quedamos con un notable último verso: “El silencio es la música de los ojos de Dios”. Intercalando entre poeta y no-poeta el trío de batería-bajo-saxo liderado re-nuevamente por Rodrigo Arratia entregaron en escenario una variada selección de jazz fusión que incluyó a Jaco Pastorius y una versión alusinante de la Pantera Rosa. Cerramos estos tres días con un micrófono abierto en que nos sorprendió un joven limachino con algunos escritos sobre la maldición de poseer celular y divertidos avisos comerciales.
Nos despedimos esa noche como es debido, con la lectura de “El poeta de este mundo” del Gran poeta Jorge Teillier, que es sin duda nuestro manifiesto y estímulo:

(...)Tú sabías que la poesía debe ser usual como el cielo que nos desborda,
que no significa nada si no permite a los hombres acercarse y conocerse.
La poesía debe ser una moneda cotidiana
y debe estar sobre todas las mesas
como el canto de la jarra de vino que ilumina los caminos del domingo.
Sabías que las ciudades son accidentes que no prevalecerán frente a los árboles,
que la poesía no se pregona en las plazas ni se va a vender a los mercados de moda,
que no se escribe con saliva, con bencina, con muecas,
ni el pobre humor de los que quieren llamar la atención
con bromas de payasos pretenciosos
y que de nada sirven
los grandes discursos tartamudos de los que no tienen nada qué decir.
La poesía
es un respirar en paz
para que los demás respiren,
un poema es un pan fresco,
un cesto de mimbre.
Un poema
debe ser leído por amigos desconocidos
en trenes que siempre se atrasan,
o bajo los castaños de las plazas aldeanas.
(...)

(...)Pero a ti no te importaba que te escupieran la cara o te olvidaran
porque como tú lo decías, nadie puede impedir a un pájaro que cante en la más alta cima,
y el poeta derribado
es sólo el árbol que señala el comienzo del bosque.

martes, febrero 14, 2006

(Foto) Carro de sangre de principios de siglo

Renán Ponce

DE SU LIBRO BREVIATURAS (2005)

Planeta ciego

Ese cielo que no es cielo
agrega a estas alas su infinito
Me asombra su espesura
hecha de nada como el agua
Y en ese oleaje íntimo
poblado de preguntas,
el hombre es segundo de vida
extraviado en el centro del mundo,

ese planeta ciego que busca su universo.



Resucitado

Es cierto que la lluvia me hace solitario
Aísla como rayo nacido entre las hojas
T vierte en mí el secreto de todos los secretos:
sonámbulo jinete de caballo fantasma

Empuja hacia el centro, al fondo de mí mismo
Llena de temores hunde en el olvido
Apaga los relojes, convierte el tiempo en nada,
y un viejo olor a tierra dice que no he muerto.



Resumen

Cuando niño comía con las manos
y era más feliz que lagartija al sol
Podía adivinar dónde estaba
sin tener que preguntármelo

Era tan sabio
que lloraba y reía al mismo tiempo,
no importándome si era bien recibido
porque sabía que todo era un juego

Mis fantasmas tenían el porte de mi sombra
y solía divertirme sin culpar a nadie

Ahora Dios no me deja tranquilo.



Cantares para Axa

Te digo, ahora,
en este instante cruzado de cantares;
que tú, la paciente, la esperadora,
la poeta que nunca se aparta de los hechos;
que tú, como las algas
te dejas llevar de un modo secreto
pero heroico;
que tú, como tus ojos, se ven infinitos compartiéndose,
en esta débil espina que busca

Te digo, ahora,
como una cuerda que tira sin salirse
de sus manos;
que tú, la única vestida como siempre,
me traes, me juntas,
me haces sentir como palomo;
que tú, la reunida,
me dejas beber sin preguntarme;
que tú, la fiesta,
me invitas a bailar sabiendo que no escucho!



LIBROS PUBLICADOS
"Breviaturas" Editorial Altazor, 2005 (altazorediciones@yahoo.es)
"Cuentos de poesía oculta" Editorial Altazor, 2002.
"Sujeto Predicado" Ril Editores, 1998.
"Sol Terrestre" Ediciones El Velero, 1987.
"Cuando había menos luz" Ed. Grupo Fuego de la Poesía, 1981.

Enlaces:
Poemas y datos personales
Crítica de Juan Cameron

(Foto) CCU 1898

jueves, febrero 09, 2006

Axa Lillo

Axa Lillo


TARDE DE DOMINGO

Mi madre murió en plano Favio,
cuando yo no tenía ni carné de Identidad
Naufragamos en medio de un domingo
su cuerpo navegó frente a mis ojos
No seguí huellas me hice pasos:
puertas y ventanas
Nada enfrió esta pieza
Han pasado muchos domingos
en medio de la tarde,
veinte han entrado por mis ojos
Y todo fue ternura.



AJEDREZ

Cuando sacrifico a un peón
-sólo en nombre del rey
se llega a tanto-
con el fin de coronarme
reina de este juego
Lloro sin saberlo
por este hermano muerto,
en tan noble escaramuza.



Marejada

Lloro porque no soy más que emociones
un circo pobre-mochilero
Yo estaba hecha de tendones
fuertes vigas ciudadanas
leyes bien dispuestas para el orden
Las flores en el jardín
el horario sobre la mesa
Una marejada lo ha revuelto todo:
el calendario, el reloj
Los rigurosos minutos se han golpeado
Un poco de azul
Sólo un poco de azul.



Enlaces:
Poemas y Datos personales

(Foto) Avenida República, 1940

Bruno Cuneo


A los 32 años, el crítico literario acaba de publicar “Verano” (Ediciones Altazor), libro de 27 poemas donde la conexión con la pintura de Edwards Hopper, más sus frustraciones personales son cruciales. “Escribí ‘Verano’ durante el mes de enero, el más cruel que recuerde”, escribe su autor en el prefacio.
Cuneo vive en Viña del Mar, ya que hace diez años trabaja en el Instituto de Arte de la Universidad Católica de Valparaíso, “que es el único instituto gobernado por poetas”, dice. Además, es parte de la generación que refundó el Instituto de Arte a partir de los ’90 y fue uno de los creadores de la revista “Pensar y poetizar”. Además, estudió filosofía y ha ejercido la crítica literaria en la Revista de Libros de “El Mercurio”, pero está molesto por los prejuicios y lo restrictivo del medio: “muchos críticos pugnan por la notoriedad de sí mismo más que por la notoriedad de la obra, que es una exigencia fundamental”, sostiene.


Javier García, en La nación






DE "VERANO"


EL RUMOR

Cada cierto tiempo este rumor retorna,
Insiste, reclama la palabra que no tiene,
Rechaza el silencio que le sobra,
Derrite la cera que te pusiste en los oídos,
Desata el nudo del mástil al que te ataste
En el navío del corazón que cabecea.

Quizás algún día se vaya para siempre
Pero por ahora el rumor de este vacío crece
Mientras el navío del corazón pierde su rumbo
Y comienza a naufragar en las palabras.


LA PLAYA

El aroma del mar oxida lentamente los metales,
Curte los cuerpos, debilita balaustradas;
La espuma va y viene, incesante, trayendo cadáveres
La húmeda belleza de unas cuantas formas gastadas;
Todo, querida mía, se desvanece en esta playa.

Pero deja que los niños llenen una vez más el balde
Y que la ola desfigure los rostros que esculpieron en la arena
Tomándonos a ambos torpemente por modelos;
En su afanado y concentrado deambular
Nada saben aún de esa gélida verdad que nos da en la cara,
Para no morir de ella hemos perdido el arte
Y ya no hay amor que perdure más que un breve instante
Esculpido apenas en el viento de esta playa.



LIBROS PUBLICADOS
"Verano" Editorial Altazor, 2005.

Enlaces:
Crítica de "Verano" por Javier García (La Nación)
Traducciones de John Ashberry y Robert Desnos

(Foto) Parque Brasil Fiesta de la Vendimia, 1926

miércoles, febrero 08, 2006

Jorge Polanco

Poemas inéditos


En vez de cenizas______________________________________hollín
En vez del sol de la tarde_____________________________luz eléctrica
En vez de oscuridad__________________________________recovecos
En vez de la desesperación_____________________________la ceguera
En vez de silencio_______________________________________huida
En vez de metafísica________________________________somnolencia
En vez del paisaje____________el escarabajo Samsa incinerado en la hoja
En vez de la inocencia____________________el aturdimiento de la caída
En vez de la palabra___________________________________la asfixia
En vez del repliegue____________________el interior de las palpitaciones
En vez del esplendor del día___el poeta derrotado por el fragor de la noche




Allí vuelve Miguel, viene de la muerte y toca la puerta. Toda la madre se acerca a abrir. Va a la escuela atravesando la escarcha del camino. Las sandalias y el uniforme se remecen con el viento, y el invierno duele en las piernas. Al pasar mi madre visita a su abuelo en el fogón. Los hermanos se aprietan mientras Miguel espera en el jardín. ¡Hola Miguel! -las ventanas están cubiertas de escarcha.
En la escuela la madre aprende caligrafía cerca de la fogata. César también está allí, se acerca. En el jardín es de noche. Allí vuelve Miguel, viene de la muerte. Todos rezan al interior de la casa. Los retratos envejecen, y la madera se escarcha. Todavía siguen ahí los dibujos de la abuela en la sabana. Allí viene César, golpea la puerta, viene de la muerte. Allí también está el tío Manuel, el tío Emilio y la tía Margarita. Juegan entre ellos al lado del brasero, pero el fuego se escarcha.





Wang-Fô teje el estambre con la suavidad del laúd.

Los colores fijan sus luces diamantinas, señales de una llamarada desmentida por un amasijo de manchas confusas. No se sabe si Wang-Fô desconfía demasiado o si el mundo no es más que un cúmulo de imágenes umbrías, borradas sin cesar por nuestras lágrimas.

Los poetas también intentamos pintar las letras, uniendo la niebla del lenguaje, presintiendo los secretos íntimos de los recodos, como si las palabras ardieran y al mismo tiempo quemaran sus propias cenizas.

Por eso los dos intuimos que la vida arañada por las palabras sólo abre la diáspora del alba.





Estuvimos tan cerca del silencio

Estuvimos tan cerca del silencio y tan lejos de la vida. No bastó correr descalzos, caer desvanecidos en la extenuante claridad del mediodía y traer al insomnio los pies heridos de lluvia. La lucidez solo llega de noche: cuotas de verdad aniquiladas lentas en el fuego, pavesas impulsadas como gusanos en el féretro, amores aporreados por el azadón anónimo del sepulturero. Hambrienta e insatisfecha la descarnada boca de madrugada arrasa con el rumor, la sombra, la endecha, la agonía. ¿Es tan lejos pedir y tan cerca saber que no hay? Los versos se extinguen como se extingue la oscuridad, como me extingo yo pausado en las palabras, como desaparece con el sol la sed en el cántaro. Pero ¿qué hacer Alejandra? La tristeza es torpe, necesita ocultarse en los párpados.



El lugar de una constelación

“Nada/ habrá tenido lugar /más que el lugar
exceptuado/ tal vez /una constelación”
Stéphane Mallarmé

Las series se limitan en la hoja, indagan la base en la cual el silencio amenaza con la palabra sellada, con el tiempo y el espacio buscando el lugar de una constelación. Pues ahora el horizonte se disipa en la sombra /de un eco los ojos reducidos a párpados depositan sus vestigios en la sombra de la voz Los ojos esperan en la oscuridad la madrugada de una nueva estancia descubren en lontananza la cicatriz /de una nueva herida. Pues toda poesía es una herida: el peregrinaje de lo finito donde la nada /y el ser se topan, la intensidad de la fuga, en el más hondo /desgarramiento, donde los poetas continúan la cadencia perpetua del silencio en el tiempo.

_____________________________________________

DE "LAS PALABRAS CALLAN"


"La parquedad es aquí cautela respetuosa ante lo sagrado del nombrar, comedimiento necesario que encierra también un signo de interrogación frente a la palabra cuando esta sucumbe al deterioro, el trajin o simplemente el agobio de la sobreexposición".

Armando Roa Vial, sobre "Las palabras callan".

A PIZARNIK

Cada palabra ahogada
deja un agujero en la noche.


La muerte huele a cenizas húmedas:
el poema se escribe
no se puede hablar con claridad
y las palabras abandonan su centro.


Un vocablo no debería mencionarse
sin escuchar en la noche la ausencia
como un agujero en los ojos




VALLEJO

Hacia dentro, muy dentro, me moriré en París con Vallejo,
nostálgico de una lengua en piedras, nostálgico de palabras-guijarros,
de acumulaciones trizadas de tiempo
me moriré sin aguacero sin historia sin vejez,
me moriré esfumado en la palabra, me moriré diseminado en el deseo,
hundido hacia dentro, muy dentro, donde ya no hay sangre ni voz.




LIBROS PUBLICADOS
"Las palabras callan" Editorial Altazor, 2005.
"La zona muda" Ril Editores, 2004.

Enlaces:
Crítica de Armando Roa Vial
Texto "¿Quién escribe?
Enrique Lihn/ Juan Luis Martinez"

Avenida Urmeneta esquina Carrera, 1926

Alberto Cecereu

DE "NOTICIAS SOBRE LA INMANENCIA"

CERTEZA

llorabas
quizás
sí llorabas
al oír el jugar metálico del sonido
en medio del espacio que corrompía el viento
lava transformada en cemento fundacional
de tu memoria
y cuerpos reinantes en tus suelos

y fuimos talvez
y somos quizás
otros los hombres
lejanas obras
lejanos escollos del quebrantar social
los que
quizás
a través del mar de tu soledad
avanzaremos ahora
avanzaremos



ENERO

porque el mar se adelanta a tus ojos
tu presencia es la muerte de todos los días

a pesar
el secreto
es la alegoría noctámbula
que se pasea por mi lecho
abrir el sol de tus manos
mojar con palabras la atmósfera
porque en la sed
abunda la distancia




PARSIMONIA

parafraseamos el amor en el estado prenupcial de la noche
cuando la luna permanece pegada en la finitud del día
y olvidamos que la luz asiste
a su muerte
como traicionera
de nuestro encuentro inquisidor

te regalaría una palabra
para que la guardases
y permanecieras silenciosa
mimetizando
la existencia de
la alcoba abandonada
en el medio de la gente

comenzaría a besarte con lentitud
degustando la partitura
de tu cuerpo
y de ahí explicarte la dura compostura
de mi labios

esperaría a que nos
sumáramos al viejo del viento
como partículas
donde así nadie nos vea
y experimentaríamos la fusión
de las cosas
en la ascensión del aroma

te regalaría un momento
conmigo
a no ser que la luna
permanezca en la inmanencia
de la noche



LIBROS PUBLICADOS
"Noticias sobre la inmanencia" Editorial Altazor, 2005.


Enlaces:
Página Web
Datos personales
Críticas
Cristóbal Sepulveda Plaza
Juan Cameron
Poemas

(Foto) Avenida Urmeneta, 1930

Diego Alfaro Palma

Paseantes





Semilla

En la ventana de un bus
empañada por el cansancio de un viaje
un niño con ojos de silencio
sin disculparse, casi como un relámpago,
trazó con uno de sus dedos
la solución al enigma del universo.
Observando su obra,
la conjunción de números y letras,
empuñó -sin gesto- la manga de su chaleco
despidiendo la bruma y sus vacíos
para así poder admirar el paisaje.




Partitura

de la lluvia nos ha quedado la música
nuestro silencio
un mensaje anotado por pequeños dedos en la ventana.




El globo

Sólo pedaleando desde ese mundo
conseguirías dar la vuelta
tomarlo del cordel
y sostenerlo calle abajo
Detenido en una esquina
tenderías las manos hacia un poste
para intentar atarlo
para que suspendido en el viento
nos señale el camino de regreso.



Albatros
A Audrey Tautou, que nunca leerá este poema

La cita con tu ausencia estaba concertada.
No me quedó más que llegar antes
Pagar las entradas, tomarme un café
Y conversar con el empleado.
Ya sentado en la merecida butaca
Tu sombra fue una sola sombra larga
En la oscuridad de ese viejo cine
En donde se proyectaba una mala película francesa:
Un recodo para unos cuantos amantes furtivos.
Enamorado del rostro de la protagonista
Salgo a la calle, me arreglo el abrigo,
Te espero un momento
Y converso contigo como si estuvieras.
No ha muchas fuentes de soda por estos lados;
Una prostituta se me acerca
Y me pide un cigarro.



Desayuno

Dos manos enlazadas sobre la mesa
Dos orillas unidas por el silencio
El humo del pan tostándose, el agua hirviendo
No importa lo que haya ocurrido
Eso queda entre nosotros.
Recuerda, solo dos cucharadas de azúcar.



Cumpleaños

Al doblar mi pijama
descubro que huele a ti
las demás pertenencias yacen dentro del bolso
y sobra espacio
tanto como para que puedan acomodarse
y comentar los detalles de esta jornada
sus otros compañeros de viaje
partieron tan pronto como llegaron
las botellas de vino y tu regalo.



Tesoro

Como todo poseía un secreto
En el estante detrás de las fotografías
un rayo de luz apresado
en un frasco de mermeladas.



Brisa marina

Te asomaras por el ventanal
quizás acompañada de tu gato
dejando que el frío entre en tu cuarto
y se resguarde en las sábanas
Sobre una silla, junto al televisor
te esperan la falda de puntos rojos
y los dorados botones de tu chaqueta.



"in your eyes I see the sadness of a thousand goodbyes"



Paseante número 1

Ella podría despedirse y no sentirlo
embriagar al parque entero
con su vestido blanco
Podría desconocerlo todo
y sonreír al nombrar este o aquel detalle
Pero la sola turbación de un regalo
de una flor en sus dedos
el atrevimiento de uno que nada espera
despierta en su rostro la incertidumbre
la certeza esquiva del asombro
la razón de todas las noches.



Paseante número 4

Las ruedas de la bicicleta girando
Como un cinematógrafo proyectando lo invisible
Entrecortando instantes y miradas
Trenzando aire con aire entre tus cabellos.
A la manera de una equilibrista
Cargas una vieja colección de estampillas
Esquivando la lluvia de primavera
Y los pajarillos que nunca desearon nacer.
Una única esperanza se desliza
Hasta caer en lo imposible:
Pedalear bajo el árbol de flores rojas
Al que declaraste tu amor
Perseguir tus extravagantes vestidos
Perdernos en el último vagón del metro
O en un oscuro salón de museo:
Sellar la vida con unas cuantas palabras.



A Philip Larkin

Reconocerse en un poema de Philip Larkin
Puede parecer tan desolador
Como la fotografía de un carrusel bajo la lluvia.
Las soledades que vienen y van
Pueden ser tan cansadoramente inútiles como la literatura
Sin embargo
De una u otra forma volveremos a ellas
Como a aquel viejo paraguas que desdeñamos
Por sus extravagantes colores.
Pero más allá de estas vagas lamentaciones
El deseo de estar solo
Bajo una luz, en pie de poesía,
Desconociendo -desde altas ventanas-
La miserable estulticia
De las chicas bellas,
Arpías que dolorosamente
Anidaron en tu vergüenza.



El Extranjero


Intruso

Apoyado sobre el marco de la ventana
Sosteniendo mi copa de vino
No reparo en ser prudente
Y mendigar de vuestras conversaciones.


Spleen

En soledad los poemas se hacen menos extensos
No hay que cavar a la amada en el patio
Sólo evitar las miradas de los vecinos,
El domingo, el hastío, el invierno.


Lights out

La vida, mis amigos, es aburrida.
Nos llenamos de libros
Para llenar la vida
Y en cada abandono, en toda despedida
Trazamos la inevitable figura del absurdo.
Bufones, nos forzamos en contemplaciones
Intentando asir un trozo de dios.
Yo he perdido todo esto
En las puertas de una iglesia.
No anhelemos no brillemos
Es hora que apaguen la luz.






NOSTALGIA

Avanzo
por la húmeda ruina de nuestra nostalgia

Alguien debe cargar esa cruz

Atravesar la lluvia con una vela
haber dejado
saber que no somos de este lado
ni del otro.



RELECTURA

Triunfa una visión ante la idea
triunfan los abrigos y los paraguas
los espejos caídos del cielo para Narciso
los espacios vacíos entre nosotros.
y entre cada visión una visión nueva
y en cada gota deslizándose un trozo de infinito.



ILUMINACIÓN

Las brasas del atardecer
Se refugian dentro de las casas
Habitando en humo y calor de pan.
El último claro de luz
Se refleja oro en las ventanas.
Lejos del mundo: la total iluminación.



EL RETORNO

El empleado del almacén juega con un perro
y en la caja el dueño cuenta
las monedas que le agotaron la vida
una tras otra,
sin despegarse por años de su Sábado Gigante.

La vecina se asoma por la tarde
a una esquina de ciruelos, niños y evangélicos;
una sombra proyecta la sospecha:
su vuelta después de tantos mares.

El Amaya se aferra a la reja
toca el timbre, pregunta por mi abuelo
y me cuenta de su viaje al Japón,
de los anillos que se asoman de su vejez
mientras detrás de nosotros
el magnolio desprende sus pétalos en el tiempo.

Alguien con pasos inseguros
carga una bolsa con verduras
Ve pasar el otoño
como si las hojas dudasen
como si el murmullo del viento fuera falso.

Las estaciones que no terminan
Este retorno que no termina.



Enlaces:

Página Personal (Itaca) (Ensayos, Traducciones, Críticas)

Poemas en Página de Alejandro Lavquén
Selección en Letras.s5.com

(Foto) San Francisco de Limache

martes, febrero 07, 2006

Francisco Valdevenito

Francisco Valdevenito
(Calera, 22 años)

Tras el don de la sencillez se esconde una profunda sabiduría. Francisco Valdevenito es un poeta de canto, un juglador entre el bullicio de la ciudades, que busca en sus versos asir la donación gratuita de la belleza, instante supremo de la experiencia vital de lo trascendente. Una poesía que reza y agradece tanto lo cotidiano como lo inesperado, que habla al vino y a los ojos de una mujer, al pecho ensangrentado de una loica y a la amistad, y que perpleja se cuestiona ante el olvido de lo sublime.
Sin publicaciones, este estudiante de cuarto año de Filosofía en la Universidad Adolfo Ibáñez en Viña del Mar ha sido ganador del premio de poesía del año 2005 organizado por esta casa de estudios. Como parte de su papel como Presidente de Centro de Alumnos ha realizado tres encuentros de poesía y música que han sido notablemente reconocidos. Esta es ya la quinta vez que participa en los encuentros de poesía llevados a cabo en la ciudad de Limache.




SONETO DE LA MARIPOSA NEGRA

Una mariposa ha muerto al alba
Negra sus alas; son pétalos finos,
Las nube sobre un manto de azul lino
Se sostienen, mientras mi paso calla.

La mañana ha despertado muda
¿será que su amiga se ha perdido?
Ella la vio hace un tiempo desnuda
Sin su seda fina como vestido.

La mariposa negra está tirada
Nadie recoge ese cuerpo helado
Su corazón yace aún mutilado
En el desmayo de una vereda.

Yo la abrigo con mi mirada pérdida
Mientras Aurora llora al verla sin vida.




SONETO EN CHILE CHICO

Era un campo de semillas azules
Que destellaban al ritmo del mirar
El mundo giraba negro sin parar
Tirando azarosamente sus luces.

El sol salió; huyeron los astros
Se escondieron en un manto azulino,
Se fueron sin dejarnos ver su rostro
Sólo la Luna mostró el camino.

Furiosos azotaba al lago el viento
Moviendo incluso los árboles muertos
Llevándolos por el camino oscuro
Donde nadie entra sin corazón puro.

Y así como hube yo allí llegado
Parto, mirando al Norte, sosegado.

Jazz y Poesía en Café Moneglia




Jazz y Poesía en Café Moneglia
(Urmeneta 84 A al lado de libreria Arratia, Limache)

Tres viernes seguidos a partir de las 20:30 horas con el mejor
Jazz Fusión de la zona y una selección
de la más interesante poesía actual.

Viernes 20 de Enero
Francisco Valdevenito/ Diego Alfaro Palma

Viernes 27 de Enero
Alberto Cecereu/ Jorge Polanco/ Bruno Cuneo

Viernes 3 de Febrero
Claudio Roa/ Renán Ponce/ Axa Lillo